Paso 1
La receta de salmorejo cordobés es muy sencilla, pero es importante realizar cada paso de la forma correcta y el primero consiste en preparar los tomates.
Lo ideal es pelarlos completamente, quitarles cualquier rabillo que tengan presente, limpiarlos y proceder a triturar.
Paso 2
Una vez hayas triturado los tomates, es recomendable pasarlos de nuevo por un colador. Si previamente no has quitado la piel, ahora se quedará totalmente separada y, lo más importante de todo, mantendrás también aparte las pepitas.
Paso 3
Una vez colado el tomate, procede de nuevo a triturar el conjunto, ahora añadiendo todo el pan, el aceite de oliva virgen extra, el ajo y la sal, según prefieras.
El arte a la hora de elaborar salmorejo cordobés consiste en conseguir la textura adecuada de esta sopa fría.
La masa homogénea se obtiene añadiendo aceite y sazonando según consideremos que necesitamos en cada ocasión. La experiencia te permitirá ir elaborando una receta de salmorejo cada vez más acertada.
Un consejo práctico es hacerlo sin prisa. No intentes terminar el salmorejo en 30 segundos. Dedica el tiempo que sea necesario a conseguir la masa con la textura perfecta.
Paso 4
Con la masa ya lista, podemos dejar el salmorejo en el recipiente y lo metemos en el frigorífico. Esta sopa fría recibe su merecida fama por ser refrescante, por lo que es importante que tengamos paciencia y dejemos que se enfríe debidamente.
Paso 5
Para la receta de salmorejo cordobés, la presentación cuenta con jamón y huevo. Saca la sopa fría del frigorífico y sirve en platos independientes.
Sobre cada uno de ellos, pon unos taquitos de jamón ibérico y trocitos de huevo duro (que debes hacer cocido previamente), a tu gusto.
El perejil puede servir de guinda final para un salmorejo cordobés clásico, con todo el sabor que ha hecho tan famosa a esta receta.