Con la llegada del sol, muchas personas buscan obtener un bronceado saludable y duradero. Si bien la exposición al sol es importante para sintetizar la vitamina D y fortalecer los huesos, también puede tener efectos negativos en la piel si no se toman las precauciones necesarias.
Te contamos cómo el consumo de alimentos ricos en antioxidantes, como el tomate, puede ayudar a proteger y mejorar la salud de la piel durante el verano.
Lo que debes saber sobre los carotenos
Los carotenoides son pigmentos naturales que se encuentran en la naturaleza en flores, vegetales y frutas y les dan un amplio rango de colores que pueden ir desde el amarillo hasta el rojo.
Hay dos tipos principales de carotenoides:
- Los carotenos: Incluyen el alfacaroteno, betacaroteno, gammacaroteno y licopeno, son hidrocarbonados y generalmente tienen un color naranja o rojo.
- Las xantófilas: contienen luteína, β-betacriptoxantina y la zeoxantina, son de color amarillo.
El oxígeno que necesitamos para vivir puede causar la oxidación, produciendo radicales libres que llegan a dañar componentes vitales del cuerpo. Los carotenoides, al contar con propiedades antioxidantes,pueden estabilizar los radicales libres y prevenir esos daños. Es por eso que se recomienda consumir alimentos ricos en carotenoides, como frutas y verduras.
En particular, el tomate contiene licopeno, que es responsable de su color rojo. Se cree que la capacidad antioxidante del licopeno es dos veces mayor que la del betacaroteno, que se encuentra en alimentos como la zanahoria y de hecho es el antioxidante más demandado en cosmética.
Además, estudios han demostrado que el licopeno puede tener efectos antitumorales, especialmente en el cáncer de próstata, y puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Beneficios del consumo de tomate y su protección contra los rayos del sol
La dieta mediterránea, rica en frutas y verduras, se considera una fuente especialmente diversa y abundante de carotenoides. El tomate, de color rojo intenso contiene altos niveles de licopeno.
Además, el tomate también es rico en vitamina C, otro antioxidante clave para la salud de la piel. La vitamina C ayuda a estimular la producción de colágeno, lo que mantiene la piel firme y flexible, y reduce la aparición de arrugas y líneas finas de expresión. También puede ayudar a reducir la hiperpigmentación y las manchas oscuras en la piel.
Otro beneficio del tomate es que es una excelente fuente de agua y electrolitos, lo que lo convierte en una opción de refrigerio saludable y refrescante para los días calurosos de verano. El agua es esencial para mantener la piel hidratada y evitar la sequedad, y los electrolitos como el potasio y el sodio ayudan a mantener el equilibrio de líquidos en el cuerpo.
¿Cómo aprovechar al máximo los beneficios del tomate durante el verano?
Para aprovechar al máximo los beneficios del tomate para la piel durante el verano, es recomendable incluirlo regularmente en la dieta. Se puede comer crudo en ensaladas o salsas, asado en el horno o en una parrilla, o incluso en forma de jugo fresco.
Además, se pueden combinar con otros alimentos ricos en antioxidantes, como espinacas, aguacate y nueces, para obtener aún más beneficios para la piel.
En conclusión, el tomate es un alimento nutritivo y beneficioso para la piel durante el verano. Su alto contenido de licopeno y vitamina C lo convierte en un poderoso antioxidante que puede ayudar a proteger la piel de los efectos dañinos del sol y reducir los signos del envejecimiento. Al incluir el tomate en la dieta durante el verano, se puede mejorar la salud de la piel y lograr un bronceado saludable y duradero.