Los polifenoles son compuestos desarrollados por plantas y alimentos vegetales que destacan, entre otros aspectos, por la alta concentración de antioxidantes que contienen.
Estos antioxidantes son muy beneficiosos para el cuerpo humano, ya que pueden frenar los efectos negativos de los radicales libres.
Pese a que el cuerpo humano puede generar sus propios antioxidantes, no son suficientes para frenar signos evidentes de envejecimiento, derivados del proceso natural de oxigenación de nuestras células.
Estos antioxidantes, junto a otras propiedades, hacen de los polifenoles uno de los mejores aliados para nuestra salud a la hora de prevenir enfermedades como la diabetes, para ayudar en la circulación sanguínea, así como para evitar la obstrucción de arterias motivada por esclerosis.
Por tanto, contar con polifenoles en nuestra dieta, nos ayuda a aprovechar los beneficios que ofrecen a través de sus antioxidantes.
Uno de los productos que podemos aprovechar con mayor concentración de estos polifenoles es el aceite de oliva.
Los polifenoles en el aceite de oliva son componentes naturales que están dentro de este fruto. Su presencia condiciona las características organolépticas del aceite, por lo que dependiendo de ellos puede tener un sabor o incluso un picor diferentes.
Además, los polifenoles en el aceite de oliva también le protegen del proceso natural de oxidación, por tanto es primordial para mantener el mayor tiempo posible sus propiedades.
La concentración de polifenoles en el aceite de oliva depende de la variedad de aceituna, aunque también puede influir la época de recolección o incluso el proceso de conservación.
Por ejemplo, si acortamos el tiempo de elaboración del aceite, podemos mantener una alta concentración de polifenoles y así mantener las propiedades originales de la materia prima, esencialmente la aceituna.
Como hay distintos tipos de aceite de oliva, también encontramos distintas concentraciones de polifenoles según cada variedad. La que ofrece la mayor cantidad de estos componentes es la relativa al aceite de oliva virgen extra. Por lo general, variedades de aceituna como Arróniz y Picual son las que presentan mayores cantidades.
La cantidad mínima que de forma natural podemos encontrar en un aceite de oliva virgen extra es de 100 mg/Kg. No obstante, hay que tener en cuenta que hay condiciones que pueden afectar a esta proporción, como por ejemplo el método de conservación utilizado.
No obstante, si esta es la cantidad mínima, la cantidad real que finalmente puede incluir el aceite de oliva de estos componentes es muy superior. De hecho, Sanidad autorizó hace años a los aceites que superan los 250 mg/Kg a poner en sus etiquetas algunos beneficios de los polifenoles con el fin de informar a los consumidores de ellos, en concreto, la relativa a la protección de los lípidos de la sangre frente al daño oxidativo.
En la actualidad podemos encontrar aceite de oliva virgen extra con una gran cantidad de polifenoles, llegando en algunas variedades a superar los 500 o incluso 600 mg/Kg.
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