El gazpacho y el salmorejo son dos de las recetas tradicionales más solicitadas en toda España, sobre todo como plato refrescante para disfrutar los días más calurosos del año.
Ambas son alternativas gastronómicas deliciosas y comparten algunos ingredientes, pero obviamente presentan también diferencias clave, por las que los consumidores se decantan por una o por otra a la hora de elegir su favorita.
La principal diferencia que se constata entre el gazpacho y el salmorejo es la textura. En el salmorejo suele ser siempre más espesa, casi similar a una crema, mientras que en el gazpacho tiende a ser más líquida.
Todo depende en gran medida de los ingredientes utilizados. El aceite de oliva que se use va a condicionar la textura final.
También se añaden más ingredientes al gazpacho que al salmorejo. Tanto en la presentación del plato como en la propia receta.
Esto nos ofrece infinidad de variantes de esta famosa receta. Si bien el salmorejo también acepta de buen gusto bastantes ingredientes «invitados», su variedad final es algo menos cuantiosa.
De hecho, en esa presentación final también solemos ver diferencias entre el gazpacho y el salmorejo. El gazpacho se acompaña muy bien de trocitos de verduras y algunos picatostes. El salmorejo, en cambio, se suele combinar con trocitos de jamón, de queso o de huevo cocido.
Las calorías de cualquier receta pueden variar según los ingredientes que se utilizan. Por lo general, el salmorejo tiene más calorías que el gazpacho, pero nosotros podemos concretarte cuántas tiene cada uno en las recetas de Caña Nature.
Nuestro gazpacho tiene un valor energético de 42 kCal por 100 ml de ración. Nuestro salmorejo en cambio cuenta con 88 kCal por 100 ml de ración, lo que confirma la regla de que este plato suele contar con más calorías.
Pese a ello, realmente son dos recetas muy recomendables para añadir a cualquier dieta y que tienen un bajo porcentaje de ácidos grasos saturados e hidratos de carbono en forma de azúcares.
Para entender cuál de las dos recetas es más fácil de preparar, tenemos que identificar el concepto que representa cada una de ellas.
El gazpacho es una sopa fría, sin apenas espesor y que incluso se puede tomar bebida. Para ello tenemos que triturar todos los ingredientes lo suficiente para alcanzar ese estado casi líquido.
El salmorejo, en cambio, es una emulsión, una receta con un acabado más parecido al de una salsa o una crema. Esto implica tener mayor acierto en la textura final, algo que solo se puede conseguir con experiencia y dedicación.
La alternativa más recomendable es disfrutar de ambas recetas una vez preparadas y listas para tomar, como te ofrecemos en Caña Nature.
Tenemos a tu disposición tanto salmorejo como gazpacho, ambas recetas con ingredientes frescos, sin aditivos y sin gluten, para que incluso personas celíacas disfruten de ellas sin ninguna limitación.
La mejor forma de contar siempre con tu plato preferido e ir alternando como más te guste entre gazpacho y salmorejo, diferentes entre sí pero siempre apetecibles por su sabor.
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